Imaginemos
que una familia decidió buscar una vivienda hace unos cuatro o
cinco años, y lógicamente como no encuentra parque público de
viviendas de alquiler y el alquiler particular es prohibitivo, no le
queda más opción que la de entrar a comprar. En ese mismo
instante, comienza para ellos una carrera de obstáculos, llena de
barreras casi insalvables.
La
primera barrera nace de la desproporción del precio de la vivienda
con respecto a los ingresos.
Para
ilustrar esto podemos tomar como dato la evolución del salario
mínimo interprofesional y su relación con el precio del metro
cuadrado de vivienda construido. Tomaremos como inicio 1985
y como final el año 2007
(punto álgido del precio de la vivienda en plena burbuja).
En
el año 1985,
el salario mínimo interprofesional era de 223
€/ mes y el precio del
m2 de
vivienda construida era de 326
€ (trasladando a euros
las pesetas de entonces). Y, en el año 2007,
el salario era de 570 €/
mes y, el precio de la
vivienda, de 2.905 € m2
construido. A
simple vista, descubrimos lo siguiente:
.
El salario ha pasado de 223
a 570
euros y, el precio de la vivienda, de 326
a 2.905.
.
El salario se ha multiplicado por 2,5.
La vivienda, por 9.
.
Una vivienda en 1985
cuesta 27.000 €.
La misma vivienda, en 2007,
tiene
un precio de 240.000
€
.
En el 1985,
una casa se pagaba en 10
años utilizando todo el
salario base, mientras que, veinte años más tarde, eran necesarios
más de 35 años
de salario completo.
Todo
esto es el resultado de la especulación. El suelo no vale más en 20
años, y hemos visto que el trabajo tampoco, pues sólo se ha
multiplicado por 2,5, ni tampoco ha podido subir tanto el precio de
los materiales…
Está
claro que el precio de la vivienda en estos años en España también
crece por la demanda: nuevos habitantes (medio millón de
emigrantes), crecimiento de la población, turismo, segundas
viviendas… Todo ello sin un control por parte de las
administraciones, preocupadas principalmente por los ingresos que
obtenían en este frenesí, sin control, sin miras a largo plazo.
La
segunda barrera viene por la necesidad de acceder a un crédito.
Simplemente
un crédito, todavía no hablamos de hipoteca.
Hay
que tener otra cosa en cuenta: casi nadie tiene el dinero suficiente
para pagar la casa de una vez. Hay que acudir al banco a pedir un
crédito, y el dinero tiene un precio. Hace años, en el 1985,
en torno al 10%;
en el 2007,
la mitad aproximadamente.
Quiere
esto decir que, cuando pides un crédito, la casa te costará un
cinco por ciento más. ¿No es así? ¡Error! 100.000
€ más el cinco por
ciento, para el banco no son 105.000. Son exactamente 211.970
€ a
pagar en treinta y cinco años, a razón de 500 euros cada mes.
La
explicación es bien sencilla. El dinero no lo vas a devolver en el
primer año con los intereses. Lo vas a pagar poco a poco ingresando
500 €
cada mes. Entonces el primer año habrás pagado 6.000
€ y, de esta cantidad,
los primeros 5.000 €
son los intereses y, los otros 1.000
€, el inicio de la
devolución del crédito (ya que el banco te ha hecho firmar que el
interés es anual). El segundo año tendrás que abonar primero los
intereses de los 99.000.
Y así sucesivamente.
Extracto nº 2 de la ponencia de
Stop Desahucios Salamanca
en la mesa redonda sobre Recorte de
Derechos
Organizada por Amnistía
Internacional.
Facultad de Derecho. Salamanca
4 de diciembre de 2013
TEXTO.- Jesús Mª Andrés
(La ponencia completa se irá publicando
en las sucesivas entradas de este blog)