lunes, 27 de enero de 2014

El precio de la vivienda, inalcanzable para las personas. La única opción: créditos usureros

Imaginemos que una familia decidió buscar una vivienda hace unos cuatro o cinco años, y lógicamente como no encuentra parque público de viviendas de alquiler y el alquiler particular es prohibitivo, no le queda más opción que la de entrar a comprar. En ese mismo instante, comienza para ellos una carrera de obstáculos, llena de barreras casi insalvables.

La primera barrera nace de la desproporción del precio de la vivienda con respecto a los ingresos.
Para ilustrar esto podemos tomar como dato la evolución del salario mínimo interprofesional y su relación con el precio del metro cuadrado de vivienda construido. Tomaremos como inicio 1985 y como final el año 2007 (punto álgido del precio de la vivienda en plena burbuja).

En el año 1985, el salario mínimo interprofesional era de 223 €/ mes y el precio del m2 de vivienda construida era de 326 € (trasladando a euros las pesetas de entonces). Y, en el año 2007, el salario era de 570 €/ mes y, el precio de la vivienda, de 2.905 € m2 construido. A simple vista, descubrimos lo siguiente:

. El salario ha pasado de 223 a 570 euros y, el precio de la vivienda, de 326 a 2.905.
. El salario se ha multiplicado por 2,5. La vivienda, por 9.
. Una vivienda en 1985 cuesta 27.000 €. La misma vivienda, en 2007, tiene un precio de 240.000 €
. En el 1985, una casa se pagaba en 10 años utilizando todo el salario base, mientras que, veinte años más tarde, eran necesarios más de 35 años de salario completo.

Todo esto es el resultado de la especulación. El suelo no vale más en 20 años, y hemos visto que el trabajo tampoco, pues sólo se ha multiplicado por 2,5, ni tampoco ha podido subir tanto el precio de los materiales…
Está claro que el precio de la vivienda en estos años en España también crece por la demanda: nuevos habitantes (medio millón de emigrantes), crecimiento de la población, turismo, segundas viviendas… Todo ello sin un control por parte de las administraciones, preocupadas principalmente por los ingresos que obtenían en este frenesí, sin control, sin miras a largo plazo.

La segunda barrera viene por la necesidad de acceder a un crédito.
Simplemente un crédito, todavía no hablamos de hipoteca.
Hay que tener otra cosa en cuenta: casi nadie tiene el dinero suficiente para pagar la casa de una vez. Hay que acudir al banco a pedir un crédito, y el dinero tiene un precio. Hace años, en el 1985, en torno al 10%; en el 2007, la mitad aproximadamente.

Quiere esto decir que, cuando pides un crédito, la casa te costará un cinco por ciento más. ¿No es así? ¡Error! 100.000 € más el cinco por ciento, para el banco no son 105.000. Son exactamente 211.970 a pagar en treinta y cinco años, a razón de 500 euros cada mes.
La explicación es bien sencilla. El dinero no lo vas a devolver en el primer año con los intereses. Lo vas a pagar poco a poco ingresando 500 € cada mes. Entonces el primer año habrás pagado 6.000 € y, de esta cantidad, los primeros 5.000 € son los intereses y, los otros 1.000 €, el inicio de la devolución del crédito (ya que el banco te ha hecho firmar que el interés es anual). El segundo año tendrás que abonar primero los intereses de los 99.000. Y así sucesivamente.

Extracto nº 2 de la ponencia de Stop Desahucios Salamanca
en la mesa redonda sobre Recorte de Derechos
Organizada por Amnistía Internacional.
Facultad de Derecho. Salamanca
4 de diciembre de 2013
TEXTO.- Jesús Mª Andrés
(La ponencia completa se irá publicando
en las sucesivas entradas de este blog)


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